
Cuando el pollo vuela más rápido que la estrategia legal.
En el mundo del marketing, la reputación de una marca no solo se construye con campañas creativas y productos de calidad, sino también con una sólida protección legal. El reciente caso de Frisby, la emblemática cadena colombiana de pollo frito, enfrentando una disputa legal en España por el uso de su marca, nos recuerda que descuidar la propiedad intelectual puede convertir una historia de éxito en una lección amarga.
Frisby Colombia, con más de 45 años de trayectoria, registró su marca en Europa en 2005. Sin embargo, la falta de uso efectivo en ese territorio permitió que una empresa española, Frisby España S.L., registrara el mismo nombre y elementos visuales similares, generando confusión entre los consumidores y desencadenando una batalla legal.
Este caso no solo pone en evidencia la importancia de mantener activa la presencia de marca en los mercados internacionales donde se tiene registro, sino que también destaca la necesidad de una estrategia integral que abarque desde el marketing hasta la protección legal. Porque, al final del día, una marca sin defensa legal es como un pollo sin alas: vulnerable y expuesto.
Lecciones de propiedad intelectual para marcas en expansión
El caso de Frisby Colombia nos recuerda que registrar una marca en un territorio no es suficiente; es esencial demostrar su uso efectivo para mantener los derechos sobre la misma. Según el Reglamento de Marcas de la Unión Europea (RMUE), una marca registrada puede ser revocada si no se demuestra un uso comercial efectivo durante un periodo de cinco años consecutivos.
Frisby Colombia registró su marca en la Unión Europea en 2005, pero la falta de actividad comercial significativa en Europa ha sido un factor determinante en el fallo inicial que favoreció a Frisby España S.L. La Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) revocó los derechos de la marca debido a la falta de uso comercial efectivo del nombre en territorio europeo.
Este caso subraya la importancia de una estrategia integral que abarque desde el marketing hasta la protección legal. Los gerentes de marketing deben estar atentos a la gestión de la propiedad intelectual, especialmente al expandirse a nuevos mercados.
Sin embargo, la responsabilidad no recae únicamente en los equipos de marketing. Las marcas, como entidades, deben asegurarse de proporcionar a sus departamentos de marketing y legales los recursos, conocimientos y asesorías necesarios para proteger y fortalecer su presencia en mercados internacionales. Esto incluye la inversión en formación continua, la contratación de expertos en propiedad intelectual y la implementación de estrategias proactivas para mantener la vigencia y el uso efectivo de sus registros de marca.
En un entorno globalizado y altamente competitivo, la protección de la propiedad intelectual no es un lujo, sino una necesidad estratégica. Las marcas que reconocen y actúan en consecuencia estarán mejor posicionadas para enfrentar desafíos y aprovechar oportunidades en el mercado global.
Casos históricos de propiedad intelectual
El caso de Frisby no es un hecho aislado en el mundo del marketing y la propiedad intelectual. A lo largo de la historia, diversas marcas han enfrentado desafíos similares que ofrecen valiosas lecciones sobre la importancia de proteger y gestionar adecuadamente los activos intangibles.
- McDonald’s vs. Supermac’s: El Big Mac pierde exclusividad en la UE
En 2019, la cadena irlandesa Supermac’s logró que la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) revocara la marca registrada “Big Mac” de McDonald’s en la UE. El argumento fue la falta de uso efectivo de la marca en ciertos territorios, lo que permitió a Supermac’s expandirse sin enfrentar obstáculos legales por parte del gigante estadounidense.
- Bacardí vs. Pernod Ricard: La batalla por Havana Club
La disputa por la marca “Havana Club” ha enfrentado a Bacardí y Pernod Ricard durante más de dos décadas. Bacardí comercializa el ron en EE. UU. alegando derechos adquiridos de los fundadores originales, mientras que Pernod Ricard lo hace en otros países con autorización del gobierno cubano. Este conflicto resalta cómo factores históricos y políticos pueden complicar la gestión de marcas a nivel internacional.
- Apple vs. Samsung: Diseño y funcionalidad en disputa
Desde 2011, Apple y Samsung han estado involucrados en una serie de litigios por supuestas infracciones de patentes relacionadas con el diseño y funcionalidades de sus smartphones. Aunque Apple obtuvo fallos a su favor en algunos casos, la prolongada batalla legal evidenció la complejidad de proteger la propiedad intelectual en la industria tecnológica.
- Adidas vs. Forever 21: Las tres rayas en juego
Adidas demandó a Forever 21 por el uso no autorizado de su distintivo diseño de tres rayas en prendas de vestir. Aunque el caso se resolvió fuera de los tribunales, subraya la importancia de proteger elementos visuales que forman parte de la identidad de una marca.
- Atari vs. Nestlé: El logotipo en una barra de chocolate
En 2018, Atari demandó a Nestlé por utilizar sin autorización su logotipo en una campaña publicitaria para una barra de chocolate. El caso destacó cómo incluso referencias aparentemente inocuas pueden infringir derechos de propiedad intelectual si no se cuenta con las licencias adecuadas.
Conclusión: No seas el próximo “Frisby” del marketing
Si algo nos enseña el caso Frisby y todos estos conflictos de marcas que podrían parecer salidos de una serie dramática —pero que son el pan de cada día para los gerentes de marketing— es que la propiedad intelectual no es un juego de niños, ni una simple formalidad para hacer bonito en el portafolio.
No basta con registrar la marca y cruzar los dedos, esperando que nadie más la toque. Tampoco vale la excusa de “no teníamos presupuesto” para mantener al equipo legal actualizado o contratar expertos en el tema. En un mundo donde hasta una barra de chocolate puede despertar una guerra legal con Atari, quedarse atrás es sinónimo de perder.
Así que, a las marcas y sus gerentes: asegúrense de que los recursos, el conocimiento y la estrategia estén tan afinados como el último algoritmo de Instagram. Porque en este juego, quien no corre, vuela… y quien no protege su marca, termina con el cascarón vacío.
En resumen, antes de lanzarte a conquistar nuevos mercados con tu software reluciente o tu campaña “innovadora”, asegúrate de que tu marca no sea un castillo de naipes. El marketing puede ser un arte, pero sin la base legal adecuada, es sólo un espejismo muy caro.
Y antes de que me demanden por robo intelectual, les comparto mis fuentes: no vaya a ser que el próximo pleito sea por plagio de sarcasmo.

Óscar Aviv Rodríguez
Demand Generation Especialist
Red Design Systems
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Desde la visión estratégica del CEO hasta las historias reales de marcas que están haciendo marketing en serio.

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